Llego a casa un poco más tarde de lo habitual. Dos horas más o menos. Es que Rubén es un pesado contándome cosas sobre Dylan, que si hoy le habla que si yo que sé. Sí, habéis leido bien, Dylan. No sé si os lo había mencionado antes, pero Rubén es gay. Las únicas dos personas que sabemos que lo és somos Raquel y yo. Ni siquiera sus padres. Rubén salió del armario a los 12, osea, hace 3 años.
Es viernes así que sobre las 20:00 Raquel me pasará a buscar. Raquel es mi mejor amiga chica, y siempre, cada viernes, quedamos ella y el resto del grupo en el bar que hay al lado de un parque. Se llama...Vale, ahora que lo pienso, nunca me he fijado en el nombre...
Ya son las ocho menos cinco, así que Raquel debe estar llegando. De repente suena mi movil. Es Javier.
+Hola? Amalia?
-Hola, que pasa?
+Bien y tu? gracias por preguntar...(modo irónico)
-ja, ja, ja
+Bueno a lo que iba, ayer ví a Bruno pidiéndole salir a otra tía, pero no te preocupes, la chica dijo que no.
-Y...por que iba a importarme?
+No sé, es que como te gust...
-A quién? A mí? Puaj no!
+Claro, claro...buen adi...
-Espera! Cómo se llama esa chica?
+Lidia o algo así...
-Vale adios!
+Adi...
En ese momento lo único que deseaba era que me tragara la tierra ahora mismo. O a Lidia. Lo que el mundo prefiera.
Llamo a Raquel intentando contener las lágrimas y le digo que no venga, pero ella, taaaaaan ovediente lo que hizo es venir y subir a casa.
Tarde una hora en explicarle lo que había pasado, porque por las lágrimas se lo tuve que repetir cincuenta veces...
Al final, nos quedamos en mi casa viendo películas triste y tomando helado de chocolate.
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